Descubre el placer de preparar un helado clásico de vainilla desde cero. Cremoso, suave y con el aroma inconfundible de la vainilla natural, este postre es perfecto para cualquier ocasión. Su proceso sencillo y su sabor auténtico lo convierten en una receta esencial para los amantes de los postres tradicionales. ¡Anímate a hacerlo y sorprende a todos con esta delicia casera!
4 cucharaditas de maicena (disuelta en 1 cucharada de leche)
1 1/4 tazas de crema espesa
2/3 tazas de azucar
3 yemas de huevo
1/2 cucharadita de pasta de vainilla o 2 vainas de vainilla, partidas y semillas retiradas con un cuchillo.
1/4 cucharadita de sal
Preparación:
En un recipiente pequeño, bate las yemas de huevo hasta que estén cremosas.
En una cacerola a fuego medio, combina la leche, la crema, la sal y el azúcar.
Deja hervir mientras revuelve. Hierva durante cuatro minutos y agrega la mezcla de maicena.
Agrega lentamente las yemas, una pequeña cantidad a la vez mientras revuelves constantemente para evitar que las yemas se revuelvan.
Continúa agregando un chorro fino de yemas hasta que todas las yemas se incorporen a la mezcla de leche caliente. Si hay grumos, la mezcla puede filtrarse en este punto.
Retira del fuego y agrega la pasta o semillas de vainilla. Revuelva bien
Cubre y enfría.
Una vez que la mezcla esté completamente fría, congela de acuerdo con las instrucciones de la máquina para hacer helados.
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