1. Cubre y refrigera por lo menos 3 horas.

2. Coloca el horno a 375ºF. Trabajando por lotes sobre una superficie ligeramente enharinada rueda aproximadamente 1 taza de masa a la vez. La masa debe de tener un grosor de por lo menos 1/4 de pulgada. Usando moldes de galleta marca la masa según las diversas figuras de los moldes y colócalas sobre una lámina de galletas forrada con papel pergamino.

3. Hornea por 7 a 8 minutos o hasta que las galletas se vean ligeramente marrones. Retira las galletas de la lámina y colócalas sobre una parrilla para que se enfríen completamente unos 30 a 45 minutos.

4. En un recipiente redondo de tamaño mediano, bate todos los ingredientes del glaseado hasta que queden suaves y puedan untarse. Tiñe el glaseado usando colorante para comidas si deseas. Úntale el glaseado a las galletas y decóralas como desees.

Consejos para hornear

1. Para probar si el bicarbonato sódico está fresco, añádele varias gotas de jugo de limón o vinagre a una pequeña cantidad. Al hacérsele esto el bicarbonato sódico fresco se distingue por burbujear.
2. Coloca el horno a la temperatura que indique la receta antes de empezar a hornear. Ten paciencia ya que lograr la temperatura deseada puede tardar 10 a 15 minutos. Para obtener los mejores resultados, usa un termómetro de horno para asegurar que la temperatura de tu horno esté correctamente calibrada.
3. Escoge moldes de galleta hechos de material fuerte para que duren por muchos años. Los moldes de filo agudo y abiertos en la parte de atrás se desprenden de la masa con más facilidad y limpieza.