La fruta del pan es un alimento básico en muchas regiones tropicales. Con origen en Nueva Guinea, las Islas Maluku y las Filipinas. Su nombre se deriva de la textura de la fruta moderadamente madura cuando se cocina, similar al pan recién horneado y con un sabor a papa. Tanto las frutas maduras como las inmaduras tienen usos culinarios; el panapén inmaduro se cocina antes del consumo ya sea asada, horneado, frito o hervido.