1/2 taza de cebollas amarillas, cortadas en cubitos
8 oz de pavo molido 99% sin grasa, crudo
2 cucharaditas de chile molido en polvo
1/2 cucharadita de cebolla en polvo
90 g de hojas frescas de espinaca tierna
1 cucharada de ajo picado
1 cucharada de salvia fresca, picada
2 huevos grandes
1/3 de taza de leche descremada
2/3 de tazas de papas crudas ralladas, peladas
1/2 taza de queso mozzarella rallado de baja humedad
2 cucharadas de queso parmesano rallado o manchego español
sal (opcional)
Opciones alternativas:
Sustituye la carne molida por la carne de tu elección
Considera el usar 2 onzas de espinaca congelada si no tienes fresca.
Preparación:
Precalienta el horno a 400°F. Engrasa una cazuela pequeña de 3 tazas o una sartén refractaria para horno con spray antiadherente.
Calienta 1/2 cucharada de aceite de oliva en una sartén antiadherente a fuego medio-alto. Agrega las cebollas y saltea durante 5 minutos o hasta que estén suaves y aromáticas. Agrega el pavo, el chile en polvo, la sal (opcional) y la cebolla en polvo. Dora la carne hasta que esté completamente cocida y desmenuzada. Ponla en un recipiente y déjala aparte.
Agrega la cucharada restante de aceite de oliva y reduce el fuego a medio-bajo. Agrega el ajo y la salvia y saltea durante 2 a 3 minutos. Agrega las espinacas y revuelve hasta que se ablanden, aproximadamente 2 minutos. Ponla en recipiente y déjala aparte.
En un tazón, bate los huevos y 1/3 de taza de leche. Agrega el pavo cocido, las espinacas, las papas y el queso mozzarella. Revuelve hasta que esté combinado. Transfiere a la cazuela. Cubre con el queso parmesano.
Hornea durante 20 a 25 minutos o hasta que la parte superior esté dorada y consistente al tocar.
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