La leche de sabores figura como alimento importante en los programas de nutrición de las escuelas ya que ayuda a los niños a cumplir mejor con sus necesidades nutritivas de crecimiento y desarrollo. Aquí le señalamos cinco razones por las cuales debería “levantar la mano” y apoyar la leche de sabores en las escuelas.

1. A los niños les encanta el sabor.

La leche cuenta con nutrientes esenciales para lograr la buena salud y los niños toman más leche cuando es de sabor. La leche con sabor es la leche que más gusta entre los estudiantes y abarca 66% de toda la leche vendida en las escuelas, según un informe basado en Estudios I y III de evaluación de dietética y nutrición escolar por el Departmento de Agricultura de EE.UU. – U.S. Department of Agriculture’s School Nutrition Dietary Assessment Studies I and III.

2. Nueve nutrientes esenciales.

La leche de sabor proporciona los mismos nueve nutrientes esenciales que contiene la leche sin sabor. Ellos son el calcio, el potasio, el fósforo, la proteína, vitaminas A, D, y B12, riboflavina y la niacina. Además, las personas que toman leche de sabores tienden a tomar menos refrescos en comparación con aquéllos que no toman leche de sabor, según un estudio realizado por la publicación Journal of the American Dietetic Association – “Boletín de la Asociación Dietética Americana”.

3. Ayuda a que los niños consuman tres porciones de leche.

Cuando los niños consumen leche baja en grasa o leche sin grasa blanca o leche de sabor, cumplen con las tres porciones de leche recomendada por la Dietary Guidelines for Americans, “Guía dietética para los estadounidenses”, que reconoce que la leche y los productos lácteos contribuyen a desarrollar huesos sanos y a mejorar la calidad dietética de los jóvenes. También ofrece tres de los cinco “nutrientes importantes” que los niños no logran consumir lo suficiente – el calcio, el potasio, el magnesio, al igual que la vitamina D.

4. Mejor calidad dietética.

Los niños que toman leche de sabor, cumplen con todas las necesidades nutritivas y no consumen más azúcares agregadas, grasa o calorías. Además, no son más gordos que los niños que no toman leche y, según un estudio realizado por la publicación Journal of the American Dietetic Association – “Boletín de la Asociación Dietética Americana”, no consumen más grasa total o calorías que los niños que no toman leche. La American Heart Association, “Asociación Americana del Corazón”, mantiene que “cuando se le agrega azúcar a los alimentos ricos en nutrientes, como lo son los productos lácteos azucarados como la leche de sabor y el yogur y cereales azucarados, la calidad de la dieta de los niños y adolescentes mejora, y, en el caso de las leches de sabor, no se encontró ningún impacto negativo en cuanto a peso.”

5. Las selecciones más populares en las escuelas.

La leche de sabor es la que más se toma en las escuelas y, si se les quita a los niños, los niños tomarán menos leche y por lo tanto obtendrán menos nutrientes. Al retirar la leche de sabor de las escuelas se ha visto una disminución en el consumo de leche de 62 a 63 por ciento en niños en niveles de kindergarten a 5to grado. Es decir, un 50 por ciento menos en el consumo de leche entre los adolescentes de niveles 6to grado a 8avo grado y un 37 por ciento de reducción en el consumo de leche entre los jóvenes en los niveles 9no a 12 avo, según la publicación Journal of the American Dietetic Association – “Boletín de la Asociación Dietética Americana”.

Levanta la mano si quieres leche de sabor.

Los profesionales de la salud apoyan el consumo de la leche de sabor y es un producto saludable, rico en nutrientes para las escuelas y las políticas de bienestar. La leche de sabor también figura como la opción más escogida entre los estudiantes, y, debido a que la mayoría de la leche de sabor que se consume en las escuelas es baja en grasa o libre de grasa, su presencia en las escuelas podría ayudar a que los niños pasen a tomar leche baja en grasa.

Los estudios demuestran que los niños que toman leche de sabor pueden aumentar su consumo de leche y nutrientes sin aumentar el consumo de azúcar agregada que impacta negativamente el BMI (índice de masa corporal) usado para medir el peso. Cuando se usa de manera moderada y con conciencia, en cuanto a consumo global calórico, los azúcares pueden aumentar el atractivo de las comidas ricas en nutrientes y brindarían opciones adicionales que ayudan a que los niños cumplan con sus necesidades nutritivas dentro de un contexto de una dieta saludable.